"Familia Albertiana" es un movimiento nuevo que desea compartir el carisma y la espiritualidad con los laicos

¡La NAVIDAD no es un CUENTO!
Él es el Dios-con-nosotros; Jesús es Dios-con-nosotros.
Este es el gran "regalo" del Niño de Belén: una energía espiritual que Él nos trae, una energía que nos ayuda a no hundirnos en nuestras fatigas, en nuestra desesperación, en nuestras tristezas, porque es una energía que enardece y transforma el corazón. El nacimiento de Jesús, de hecho, nos trae la buena noticia de que somos amados inmensamente e individualmente por Dios, ¡y este amor no sólo nos lo hace conocer, sino que nos lo da, lo comunica! (Papa Francisco)



Cada año, la elección de los evangelios nos hace seguir una progresión en los 4 domingos de Adviento:
 - El primer domingo nos orienta hacia la Venida del Señor al final de la historia y el mensaje es el de la vigilancia.

- El segundo domingo está centrado en la figura de Juan Bautista y el mensaje es el de la paciencia y de la preparación activa para la Venida del Señor.
 - El tercer domingo, también centrado en el Bautista, nos orienta con más fuerza hacia la persona de Aquél que viene; el mensaje es el de la alegría por su venida muy cercana.
 - El cuarto domingo contempla el misterio de la Encarnación de Dios en María; el mensaje: una preparación profunda del misterio de la Navidad.

El Adviento no es, pues, una simple preparación de Navidad. Celebra a la vez la última Venida del Señor que dará todo su sentido a nuestra historia; pero también celebra al Señor que viene cada día a nosotros con una presencia muy real, pero que nos da la necesidad de Él, más fuerte y palpable.

El Adviento siempre os recuerda aquello de: «Estad en vela.» Son palabras que invitan a despertar y a vivir con más lucidez, sin dejarnos arrastrar o modelar pasivamente por cuanto se impone en esta sociedad.
Lo importante es vivirlo desde el corazón de Dios.
Tal vez, esto es lo primero. Reaccionar y mantener despierta la resistencia y la rebeldía. Atrevernos a ser diferentes. No actuar como todo el mundo. No identificarnos con lo inhumano de esta sociedad. Vivir en contradicción con tanta mediocridad y falta de sensatez. Iniciar la reacción.
Nos deben animar dos convicciones. El hombre no ha perdido su capacidad de ser más humano y de organizar una sociedad más aceptable. Por otra parte, el Espíritu de Dios sigue actuando en la historia y en el corazón de cada persona.

ADVIENTO ES CONSTRUIR UN PUENTE
ADVIENTO ES ECHAR CAMINOS
ADVIENTO ES ALEGRARSE
ADVIENTO ES CONVERTIRSE
ADVIENTO ES REZAR
ADVIENTO ES SABER QUE
¡DIOS QUE VA A LLEGAR¡