"Familia Albertiana" es un movimiento nuevo que desea compartir el carisma y la espiritualidad con los laicos


NO TE RINDAS…

No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
Liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso.
Continuar el viaje, perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo, correr los escombros
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas.
Aunque le frío queme, aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda, y se calle el viento,
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa,
Ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos,
Desplegar las alas e intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas.

3 comentarios:

  1. Si (Rudyard Kipling)






    Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,
    cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
    Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
    y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.

    Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
    Si engañado, no engañas,
    Si no buscas mas odio, que el odio que te tengan...

    Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,
    Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
    Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.
    Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.

    Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,
    y a los dos impostores les tratas de igual forma.
    Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
    a pesar del sofismo del orbe encanallado.

    Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
    aunque esta obra sea la de toda tu vida.
    Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,
    tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,
    y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
    sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.

    Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
    aun después de su fuga, de tu cuerpo en fatiga,
    y se agarren contigo cuando no quede nada,
    porque tu lo deseas y lo quieres, y mandas.

    Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
    Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
    Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,
    Si todos te reclaman y ninguno te precisa.

    Si llenas un minuto envidiable y cierto,
    de sesenta segundos que te lleven al cielo....
    Todo lo de esta tierra, será de tu dominio,
    y mucho mas aún,
    serás hombre, hijo mío.


    ----

    No hay que rendirse nunca ni ante el fracaso, ni tampoco ante el éxito.

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  2. Si pensáramos que no somos nosotros los que vivimos en nosotros mismos, sino que es Cristo el que vive en nuestro corazón, si cultiváramos la vocación de todo cristiano que es intentar ser otro Cristo, que sea el Señor quien hable y actúe por tí y por mí,todo esto del fracaso y del éxito lo relativizaríamos un poco más...

    Luis

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