¡VELAD, DESPERTAD!
Así es como se presenta el Adviento, ugiéndonos: ¡Permanece despierto!
Nosotros estamos convencidos de vivir despiertos, pero con frecuencia, somos seres acomodados a un horizonte plano, que llamamos realismo.
Viene, de nuevo, el Adviento y nos habla de preparar la llegada del Señor.
Despertemos de la modorra y superemos el miedo que nos paraliza y bloquea.
Atrevámonos a vivir lo que somos, vigilantes, conscientes de lo que va a venir.
Etiquetas:
Espiritualidad
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